Hace algún tiempo que te estás sintiendo cansado de tu trabajo. Ya no tenés la misma energía que tenías al principio y la creatividad que traías cuando iniciaste tu labor se ha estancado.
El ambiente laboral saludable en el aula es clave para que seas productivo en tu trabajo, convirtiendote a la vez, en modelo multiplicador para toda la comunidad educativa, que permita una vida sana mental y físicamente , mejorando notablemente las relaciones interpersonales en toda la Institución.
En este artículo, te daremos una serie de señales que te permitan detectar, repensar y accionar en tu contexto laboral para mejorar los climas vinculares, a partir de las diferentes herramientas que te brindamos no solo a través de este blogg, sino a través de los diferentes encuentros (capacitaciones, ateneos y coloquios), en donde intercambiamos ideas, experiencias y reflexiones acerca de cada una de nuestras realidades educativas.
¿Qué es un ambiente laboral tóxico?
Es aquel donde las interacciones humanas se dan repetitivamente de manera disfuncional, volviéndose este patrón de forma intrínseca como parte de la cultura interna.
La disfuncionalidad en las interacciones proviene a veces, de los altos cargos, otras de algún/os grupos minoritarios presionando a directivos a través de la resistencia a aplicaciones normativas que terminan por afectar al clima institucional.
A continuación mencionamos algunos de los signos más comunes que se presentan en los ambientes laborales tóxicos que te pueden ayudar a identificar si te encontrás en uno de ellos:
1-Ausentismo
Es normal que las personas se enfermen, tengan citas médicas o necesiten asistir a alguna actividad de forma ocasional que las obligue a ausentarse del trabajo. Pero cuando este comportamiento se torna repetitivo podría ser un signo de alerta.
Faltar al menos 3 veces cada mes o más, pedir constantemente permisos para ausentarse ya sea para realizar diligencias personales, citas médicas, enfermedad, etc, es una forma típica de ausentismo.
Otra forma de ausentismo es la ausencia mental, es decir, llegar a tu lugar de trabajo y utilizar la mayor parte del tiempo realizando actividades que no están relacionadas con tus tareas delegadas.
2-Maltrato verbal y/o psicológico
No hay respeto en la forma en cómo se dirigen entre pares, alumnos y superiores. Utilizan el cinismo y el sarcasmo en la forma de dirigirse a los demás.
Esto se ve reflejado también en la formulación de comentarios despectivos, la crítica no constructiva y la comparaciones entre pares, que en lugar de incentivar el trabajo equipo, incitan a la competencia o por el contrario, al desgano.
3-Mala comunicación
No se maneja una comunicación armoniosa y respetuosa.
Otra forma de mala comunicación en un ambiente laboral, es no expresar de forma verbal o escrita determinada información sino asumir que la otra persona sabe o debería saberla.
En muchos de estos casos no son claros ni específicos de cómo desean que ciertas tareas sean realizadas esperando a que los demás “lean su mente” o adivinen dichos detalles.
Se toma el "chusmerío" como fuente de información y de verdad absoluta.
4-No se tiene en cuenta a las personas
Las políticas internas para el personal son desconocidas y cambian sin previo aviso, por lo general, estos cambios repentinos generan mucha confusión y malestar.
Se imponen acciones, se sancionan o se juzga sin dar la posibilidad de una opinión o defensa por parte de la otra persona. Cerrando todo acceso al diálogo entre las partes (directivos, cuerpo docente y no docente, padres, tutores y alumnos).
5- Falta de decisiones concretas en beneficio de la comunidad
Muchas veces se evidencia que faltan las tomas de decisiones necesarias para el fortalecimiento de cuestiones curriculares y de gestión, causando preocupaciones constantes en toda la comunidad escolar.
Entonces, el personal se muestra con incertidumbres, dudas y reclama constantemente mayor acompañamiento por parte de sus directivos en sus prácticas educativas diarias.
6-Baja moral
Suelen resaltar más las equivocaciones del personal pero difícilmente reconocen sus logros. Esto produce que el personal docente, no docente, alumnos y padres se limiten a hacer solo lo que les corresponde, con el mínimo de los esfuerzos.
La baja moral es un asesino de la creatividad.
Por eso, muchos docentes que al principio eran excelentes, luego fueron "apagándose" abrumados por las circunstancias, ya que sus capacidades nunca fueron reconocidas. (Lo mismo es perfectamente aplicable a directivos, estudiantes, etc. quienes en un principio se mostraron brillantes en sus respectivos desempeños)
La baja moral, que termina internalizándose como baja autoestima, puede afectar a cualquiera de los miembros de una comunidad, que lo termina invisibilizando ante los demás.
7-Sobrecarga laboral
Se te han ido delegado demasiadas responsabilidades o tareas que se han ido añadiendo. Sin tener un verdadero apoyo de compañeros de trabajo. ya sea de tu misma área o de otras.
Aplícase a estudiantes y demás agentes de la institución escolar.
8-No hay igualdad de derechos
Mientras que los errores que cometen algunos son pasados por alto, los errores de otros son llevados hasta las últimas consecuencias.
9-Manejo inadecuado de los conflictos
Siempre se buscan culpables en vez de soluciones. Esto se tiene como parte de la “cultura” interna de la Institución. Nadie asume la responsabilidad de sus errores porque siempre es más fácil justificarse culpando a los demás, o haciendo oídos sordos a los requerimientos.
10- Resistencia a los cambios
Muchas veces los directivos encuentran ciertas resistencias, por parte del personal docente, a los cambios en la implementación de nuevas acciones pedagógicas, que van en contra de "sus percepciones" personales, a los que considera como "la realidad", generando un clima vincular negativo, ejerciendo presión sobre directivos que intentan lograr el bien común, a través del diálogo y la comunicación asertiva.
y es allí cuando el directivo no siente el acompañamiento que necesita para poder llevar adelante su labor con mayor eficiencia.
y es allí cuando el directivo no siente el acompañamiento que necesita para poder llevar adelante su labor con mayor eficiencia.
Entonces se construye una cadena infinita de presiones, destratos, prejuicios, malas comunicaciones y estrés entre todos los componentes de una institución, que termina por crear esa disfuncionalidad en las interacciones sociales, de la cual hacíamos referencia al principio de la nota.
¿Te identificas con uno o más?
Entonces, podríamos decir que desafortunadamente estás en un ambiente laboral tóxico.
A continuación, te damos algunas pautas que te ayudarán a mejorar esta situación:
1. Habla con alguien.
A veces las circunstancias no cambian porque nadie habla al respecto. Esto te ayudará no solo a aliviar tu carga emocional sino que además sentarás un precedente.
y si notás que no es posible abrir ese canal de diálogo a través de tus directivos, busca a otras personas dentro de la institución que puedan brindarte la escucha que estás necesitando y a partir de allí, ver qué otros caminos alternativos tomar.
Recordá que es muy importante no darse por vencido y mantener en alto el buen ánimo.
2. Cambiar la percepción de las cosas y las situaciones.
Muchas veces nuestra mirada condiciona la mirada del otro, y eso que creíamos que estaba ocurriendo, quizás no sea como la pensábamos.
Poner a prueba constante nuestra percepción puede ser un buen ejercicio. ¿será cierto lo que dicen? de ser asi ¿me afecta directamente? ¿es importante como para seguir repitiendo lo que el otro percibe? ¿me consta? ¿es acerca de mí? ¿y si lo charlo directamente?
3. Realizar actividades en tu vida diaria.
Practicá un hobby, caminatas, ejercicios al aire libre de tal manera que tus pensamientos no estén siempre fijados en tus problemas, sino que le des la oportunidad a tu mente de despejarse con otras actividades.
Leer un libro, pasear a tu mascota, andar en bicicleta, pasar tiempo de calidad con tus seres queridos, o cualquier actividad que disfrutes puede ayudarte a bajar los niveles de estrés y a mejorar tu estado de ánimo.
Recordá que las energías positivas se contagian con una sonrisa y la luz de las personas ¡¡pueden iluminar cualquier lugar!!
Buena suerte.
y Gracias por ser parte de la Función Tutorial en el colegio.
Andrea Pérez. Equipo técnico