sábado, 23 de junio de 2018

Señales de que convivís en un ambiente laboral tóxico



Hace algún tiempo que te estás sintiendo cansado de tu trabajo. Ya no tenés la misma energía que tenías al principio y la creatividad que traías cuando iniciaste tu labor se ha estancado.

El ambiente laboral saludable en el aula es clave para que seas productivo en tu trabajo, convirtiendote a la vez, en modelo multiplicador para toda la comunidad educativa, que permita una vida sana mental y físicamente , mejorando notablemente las relaciones interpersonales en toda la Institución.




En este artículo, te daremos una serie de señales que te permitan detectar, repensar y accionar en tu contexto laboral para mejorar los climas vinculares, a partir de las diferentes herramientas que te brindamos no solo a través de este blogg, sino a través de los diferentes encuentros (capacitaciones, ateneos y coloquios), en donde intercambiamos ideas, experiencias y reflexiones acerca de cada una de nuestras realidades educativas.


 ¿Qué es un ambiente laboral tóxico?




Es aquel donde las interacciones humanas se dan repetitivamente de manera disfuncional, volviéndose este patrón de forma intrínseca como parte de la cultura interna.


La disfuncionalidad en las interacciones proviene a veces, de los altos cargos, otras de algún/os grupos minoritarios presionando a directivos a través de la resistencia a aplicaciones normativas que terminan por afectar al clima institucional.


A continuación mencionamos algunos de los signos más comunes que se presentan en los ambientes laborales tóxicos que te pueden ayudar a identificar si te encontrás en uno de ellos:



1-Ausentismo

Es normal que las personas se enfermen, tengan citas médicas o necesiten asistir a alguna actividad de forma ocasional que las obligue a ausentarse del trabajo. Pero cuando este comportamiento se torna repetitivo podría ser un signo de alerta.


Faltar al menos 3 veces cada mes o más, pedir constantemente permisos para ausentarse ya sea para realizar diligencias personales, citas médicas, enfermedad, etc, es una forma típica de ausentismo.


Otra forma de ausentismo es la ausencia mental, es decir, llegar a tu lugar de trabajo y utilizar la mayor parte del tiempo realizando actividades que no están relacionadas con tus tareas delegadas.


2-Maltrato verbal y/o psicológico 

No hay respeto en la forma en cómo se dirigen entre pares, alumnos y superiores. Utilizan el cinismo y el sarcasmo en la forma de dirigirse a los demás.



Esto se ve reflejado también en la formulación de comentarios despectivos, la crítica no constructiva y la comparaciones entre  pares, que en lugar de incentivar el trabajo equipo, incitan a la competencia o por el contrario, al desgano.


3-Mala comunicación


No se maneja una comunicación armoniosa y respetuosa.


Otra forma de mala comunicación en un ambiente laboral, es no expresar de forma verbal o escrita determinada información sino asumir que la otra persona sabe o debería saberla.


En muchos de estos casos no son claros ni específicos de cómo desean que ciertas tareas sean realizadas esperando a que los demás “lean su mente” o adivinen dichos detalles.

Se toma el "chusmerío" como fuente de información y de verdad absoluta.


4-No se tiene en cuenta a las personas



Las políticas internas para el personal son desconocidas y cambian sin previo aviso, por lo general, estos cambios repentinos generan mucha confusión y malestar.

Se imponen acciones, se sancionan o se juzga sin dar la posibilidad de una opinión o defensa por parte de la otra persona. Cerrando todo acceso al diálogo entre las partes (directivos, cuerpo docente y no docente, padres, tutores y alumnos).

5- Falta de decisiones concretas en beneficio de la comunidad

Muchas veces se evidencia que faltan las tomas de decisiones necesarias para el fortalecimiento de cuestiones curriculares y de gestión, causando preocupaciones constantes en toda la comunidad escolar.

Entonces, el personal se muestra con incertidumbres, dudas y reclama constantemente mayor acompañamiento por parte de sus directivos en sus prácticas educativas diarias.



6-Baja moral



Suelen resaltar más las equivocaciones del personal pero difícilmente reconocen sus logros. Esto produce que el personal docente, no docente, alumnos y padres se limiten a hacer solo lo que les corresponde, con el mínimo de los esfuerzos.


La baja moral es un asesino de la creatividad.

Por eso, muchos docentes que al principio eran excelentes, luego fueron "apagándose" abrumados por las circunstancias, ya que sus capacidades nunca fueron reconocidas. (Lo mismo es perfectamente aplicable a directivos, estudiantes, etc. quienes en un principio se mostraron brillantes en sus respectivos desempeños)


La baja moral, que termina internalizándose como baja autoestima, puede afectar a cualquiera de los miembros de una comunidad, que lo termina invisibilizando ante los demás.

7-Sobrecarga laboral



Se te han ido delegado demasiadas responsabilidades o tareas que se han ido añadiendo. Sin tener un verdadero apoyo de compañeros de trabajo. ya sea de tu misma área o de otras.

Aplícase a estudiantes y demás agentes de la institución escolar.


8-No hay igualdad de derechos


Mientras que los errores que cometen algunos son pasados por alto, los errores de otros son llevados hasta las últimas consecuencias.

9-Manejo inadecuado de los conflictos



Siempre se buscan culpables en vez de soluciones. Esto se tiene como parte de la “cultura” interna de la Institución. Nadie asume la responsabilidad de sus errores porque siempre es más fácil justificarse culpando a los demás, o haciendo oídos sordos a los requerimientos.

10- Resistencia a los cambios
Muchas veces los directivos encuentran ciertas resistencias, por parte del personal docente, a los cambios en la implementación de nuevas acciones pedagógicas, que van en contra de "sus percepciones" personales, a los que considera como "la realidad", generando un clima vincular negativo, ejerciendo presión sobre directivos que intentan lograr el bien común, a través del diálogo y la comunicación asertiva. 
y es allí cuando el directivo no siente el acompañamiento que necesita para poder llevar adelante su labor con mayor eficiencia.

Entonces se construye una cadena infinita de presiones, destratos, prejuicios,  malas comunicaciones y estrés entre todos los componentes de una institución, que termina  por crear esa disfuncionalidad en las interacciones sociales, de la cual hacíamos referencia al principio de la nota.






¿Te identificas con uno o más?

Entonces, podríamos decir que desafortunadamente estás en un ambiente laboral tóxico.


A continuación, te damos algunas pautas que te ayudarán a mejorar esta situación: 


1. Habla con alguien. 
A veces las circunstancias no cambian porque nadie habla al respecto. Esto te ayudará no solo a aliviar tu carga emocional sino que además sentarás un precedente. 
y si notás que no es posible abrir ese canal de diálogo a través de tus directivos, busca a otras personas dentro de la institución que puedan brindarte la escucha que estás necesitando y a partir de allí, ver qué otros caminos alternativos tomar.
Recordá que es muy importante no darse por vencido y mantener en alto el buen ánimo.


2. Cambiar la percepción de las cosas y las situaciones.
Muchas veces nuestra mirada condiciona la mirada del otro, y eso que creíamos que estaba ocurriendo, quizás no sea como la pensábamos.
Poner a prueba constante nuestra percepción puede ser un buen ejercicio. ¿será cierto lo que dicen? de ser asi ¿me afecta directamente? ¿es importante como para seguir repitiendo lo que el otro percibe? ¿me consta? ¿es acerca de mí? ¿y si lo charlo directamente?

3. Realizar actividades en tu vida diaria.

Practicá un hobby, caminatas, ejercicios al aire libre de tal manera que tus pensamientos no estén siempre fijados en tus problemas, sino que le des la oportunidad a tu mente de despejarse con otras actividades. 
Leer un libro, pasear a tu mascota, andar en bicicleta, pasar tiempo de calidad con tus seres queridos, o cualquier actividad que disfrutes puede ayudarte a bajar los niveles de estrés y a mejorar tu estado de ánimo.

Recordá que las energías positivas se contagian con una sonrisa y la luz de las personas ¡¡pueden iluminar cualquier lugar!!

Buena suerte.
y Gracias por ser parte de la Función Tutorial en el colegio.

Andrea Pérez. Equipo técnico

La atención: un recurso para el aula

La atención representa  uno de los factores cruciales en la crisis educativa actual. Su orientación guiada a través de los actos voluntarios nos conduce a la concentración. Y ello requiere preparación.

Analicemos qué revela  la moderna neurociencia cognitiva sobre su localización en el cerebro, la existencia de ciclos clave, la influencia de componentes químicos y biológicos o los  factores que centran nuestra atención.
Localización en el cerebro
La atención constituye una focalización de nuestra consciencia que permite filtrar la información de forma adecuada. Como la atención está integrada por componentes perceptivos, motrices y motivacionales su neuroanatomía se distribuye en diferentes regiones cerebrales, subcorticales y corticales (ver figura 1)
         Figura 1.Diferentes áreas del cerebro implicadas en captar y centrar la
            Figura 1. Diferentes áreas del cerebro implicadas en captar y centrar la  atención: lóbulo frontal, cuerpo calloso, tálamo, núcleo pulvinar, córtex parietal posterior, sistema activador reticular y colículo superior.1
Asumiendo los diferentes tipos en los que se puede clasificar la atención, la atención selectiva  es el proceso en el que se responde a un estímulo o tarea y se ignoran otras. Ante el asedio de estímulos sensoriales a los que somos sometidos, la atención filtra la información recibida, precediendo y desempeñando un papel fundamental en la percepción, la acción y la memoria. El hecho de que algunas regiones cerebrales que intervienen en el comportamiento voluntario también intervengan en procesos de atención, confirma su función decisiva en la unidad de la experiencia consciente.2 Nuestro organismo requiere un mecanismo neuronal que lo regule y lo focalice dado que la capacidad de nuestro cerebro para procesar información sensorial es más limitada que la capacidad de sus receptores para captar el entorno, es decir, la información entrante supera la capacidad de procesamiento de nuestro sistema nervioso. Ese mecanismo imprescindible es la atención.
Los ciclos de la atención


Existen ciclos clave de nuestro cerebro (ver figura 2) que oscilan entre 90 y 110 minutos y nos permiten mantener la atención. Diversos estudios demuestran que la atención sostenida sólo puede mantenerse durante cortos períodos de tiempo que no superan los 15 minutos. Aparece el factor temporal como una variable decisiva en el aprendizaje y es que, además, a nivel neuronal, se requiere tiempo para fortalecer las sinapsis y no tener que responder a otros estímulos generados. Como el aprendizaje de nuevos conceptos o destrezas requiere un tiempo de procesamiento y asimilación, los docentes deberíamos organizar nuestros contenidos en bloques que no superaran los 20 minutos. Después de cada bloque, para facilitar el aprendizaje y optimizar los ciclos de atención, deberíamos invertir unos minutos en reflexionar sobre lo explicado o en descansar.
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 Figura 2. Actividad eléctrica durante los estados de ondas cerebrales (cps: ciclos por segundo). Beta: actividad alta, Alfa: alerta relajada, Theta: susceptibilidad profunda, Delta: no consciente. Las ondas cerebrales facilitan la sincronización neuronal y así se puede enfocar la mente.1
Factores químicos y genéticos
Los neurotransmisores, las hormonas y los genes tienen una influencia importante en la atención. Cuando estamos distraídos, los niveles de norepinefrina (noradrenalina), una sustancia química importante para el control de la atención y la impulsividad que puede actuar como hormona cuando es segregada en respuesta al estrés, suelen ser bajos. Los niveles de acetilcolina, un neurotransmisor asociado a la somnolencia que es importante en la estimulación del tejido muscular, suelen ser más altos durante la noche. Asimismo, en estados de alerta, los niveles de la hormona adrenalina son mayores y, en situaciones de estrés, los niveles de la hormona cortisol aumentan considerablemente.
Existe un vínculo genético entre las conductas impulsivas que buscan lo novedoso con la dopamina, un neurotransmisor fundamental en el control de la atención y en la potenciación a largo plazo. Muchos niños presentan síntomas parecidos al TDAH (Trastorno con Déficit de Atención por Hiperactividad) como consecuencia de la falta de madurez de la corteza prefrontal. El desarrollo más lento del lóbulo frontal puede conllevar una mayor dificultad para mantener la atención e inhibir conductas inapropiadas. En niños con TDAH  (la facilidad con la que se diagnostican los casos de déficit de atención es preocupante) se ha observado un tamaño más reducido de la región del sistema límbico conocida como núcleo accumbens que está asociada a los circuitos de recompensa. La dopamina interviene en estos circuitos y muestra la influencia  de  los estados de ánimo en la atención.
Factores que optimizan la atención
Mediante el aprendizaje emocional podemos ayudar a nuestros alumnos a mejorar el autocontrol y permitirles adquirir la autodisciplina necesaria para mejorar la atención. El mayor conocimiento sobre uno mismo facilita mejores respuestas ante situaciones estresantes y un mayor control sobre los actos impulsivos. Lamentablemente, la exigencia para alcanzar los éxitos académicos puede generar gran estrés. Como comentábamos en un artículo anterior (gimnasia-mental), en un estado relajado la atención y la memoria se encuentran en una situación favorable para facilitar el aprendizaje. Ahora bien, los docentes no hemos de pretender que nuestros alumnos presten atención basándose, únicamente, en su fuerza de voluntad. Asumiendo que la perseverancia y el sentido del deber (poco asumido en una cultura del éxito sin esfuerzo) desempeñan un papel importante en la realización de tareas, hemos de intentar generar procesos de atención espontánea a través de la motivación. Y aunque la atención continua  sólo se puede mantener durante un período de tiempo limitado, aspiramos a optimizar los intervalos en los que se mantiene.
Las nuevas técnicas de visualización del cerebro, analizando la activación de sus diferentes regiones, demuestran que capta nuestra atención lo novedoso, lo relevante, el contexto emocional en el que nos encontramos, los estímulos visuales, las recompensas o todo aquello que nos resulta sorprendente. Lo novedoso atrae nuestra atención porque hay zonas de la neocorteza cerebral que se  bloquean (disonancia cognitiva) cuando aparece información  discordante y, aunque nos reafirmemos continuamente en nuestras ideas, somos seres curiosos.
Podemos considerar algo relevante  al observar a otras personas involucradas en tareas que estamos realizando, una confirmación más de que somos seres sociales. Cuando algo nos resulta sorprendente, se capta la atención como consecuencia de la activación de la vía mesolímbica4, la vía de la recompensa y el placer. Su activación aumenta si la recompensa es inesperada. O cuando nos mantenemos en un estado de alerta (por ejemplo, al recibir estímulos visuales como imágenes en movimiento o estímulos sonoros que provoquen contraste), a través del sistema activador reticular ascendente (SARA,ver figura 3), la alerta permite recuperar la atención. Estos son algunos factores que tienen una gran influencia en los procesos de atención. La lista se puede complementar considerando desde los componentes nutricionales, pasando por factores asociados al ejercicio físico,…
Figura 3. El SARA es una especie de red neuronal que ejerce una influencia excitadora en todo el cerebro Figura 3. El SARA es una especie de red neuronal que ejerce una influencia excitadora en todo el cerebro.
Conclusiones finales
Los docentes sabemos que hemos de actuar manipulando los procesos de atención y consciencia de nuestros alumnos como hacen los artistas de la magia con sus espectadores. La experiencia en el aula para nuestros alumnos ha de resultar emocionante y, para ello, nada mejor que relacionar los contenidos académicos con experiencias cercanas de la vida cotidiana. En la vida real, tantas veces alejada de la vida académica, el progreso se alcanza como consecuencia de la resolución de problemas de una forma cooperativa. Y ello requiere deseos, motivaciones, recompensas, en definitiva, activación y eficiencia cerebral, aunque cambiar patrones de conducta no es un proceso fácil. La educación que permite optimizar la atención alcanza la excelencia.
Jesús C. Guillén
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/03/04/la-atencion-un-recurso-limitado/?blogsub=confirming#blog_subscription-4
1 Jensen, Eric, Teaching with the brain in mind, Association for Supervision and Curriculum Development, 1998.
2 Kandel, Eric, En busca de la memoria, Katz, 2007
Para saber más:
Jensen, Eric, Cerebro y aprendizaje: competencias e implicaciones educativas, Narcea, 2004.
Marina, José Antonio, El cerebro infantil: la gran oportunidad, Ariel, 2011
Programa de televisión Tres14, Prestar atención, emitido el 5-4-2010:
M. Posner, S. Petersen,”The attention system of the human brain”, Annual Reviews of Neuroscience,1990.

Alumnos Comunicadores, colaboradores activos en la Función Tutorial


Esta Linea de acción se encuentra enmarcada dentro de “Función Tutorial” y, al igual que la misma, se inserta en el campo de formación del desarrollo personal.

Se interesa en  fortalecer la convivencia del estudiantado mediante el desarrollo del aprendizaje colaborativo, la autonomía,el apoyo para el desarrollo de las habilidades sociales y las capacidades necesarias para el logro educativo, el mejoramiento de las relaciones vinculares en el aula, la prevención de riesgos académicos, para optar por estilos de vida saludables así como para construir un proyecto de vida sustentado en sus metas y valores, incentivando a la construcción de una identidad y cultura institucional resaltando lo humano como hecho fundamental. . 

En esta línea formativa, se insta a trabajar a los estudiantes motivando y fomentando el desarrollo la habilidad emocional y también la social, es decir, en el conocimiento sobre sí mismo, el grupo de pertenencia y la convivencia. En ellas confluyen los aprendizajes esperados y las competencias mediante los cuales los alumnos aprenden a ser, a aprender a hacer y aprender a convivir. Es decir a progresar en la escuela secundaria con objetivos compartidos, cuidando los vínculos con pares y docentes, contribuyendo a construir un clima de buen vivir. 



Las actividades y las temáticas son seleccionadas según problemáticas e inquietudes planteadas por los propios estudiantes durante los encuentros, luego de sus intercambios.